Pensamientos sobre la vida. Por un joven cristiano.

Pensamientos sobre la vida. Por un joven cristiano.

miércoles, 10 de diciembre de 2014

¿Las mujeres aman más a Dios?

Es algo común y que se repite en la mayoría de las iglesias evangélicas. El número de asistentes mujeres supera enormemente al de los varones. Es una situación que se puede constatar fácilmente.
Digo en la mayoría, porque sé que hay muchas excepciones a esta regla, donde los varones superan en cantidad a las mujeres.

La pregunta que surge de inmediato al ver esta realidad es ¿Por qué hay más mujeres que hombres participando en la iglesia?

La respuesta que viene arrasando y que impide rapidamente el trabajo del razonamiento es que:
LAS MUJERES TIENEN UN CORAZÓN PARA DIOS, SON TIERNAS PARA DIOS o incluso, TIENEN MÁS FE.

Desde niño me preguntaba lo mismo y la respuesta siempre fue la misma. Pero ahora quisiera que pudiéramos pensar en lo ilógicas que son esas respuestas.

1. Si fuera así la mujer sería innatamente santa,  por naturaleza pura y buscaría a Dios solo por ser mujer. Al contrario, el varón sería impuro y con un corazón duro hacia Dios, solo por el hecho de ser varón. Este argumento tiene como base el sexismo.

2. A lo anterior quisiera agregar que Dios dice en su Palabra: "Por cuanto todos pecaron y están destituídos de la gloria de Dios" (Ro. 3:23), "No hay justo ni aún uno"(Ro. 3:10). No se hace diferencia entre el hombre y la mujer. Entonces, para Dios ambos sexos son igual de pecadores. Ambos son innatamente impuros y con el corazón duro hacia Dios.

3. La mujer no busca más a Dios que el hombre. Es Dios quién busca a ambos. Nadie puede darse la atribución de haber buscado a Dios, porque en realidad nadie lo hace, nadie busca a Dios porque le nació. Fue, es y será Dios el que nos busca. Él tomó la iniciativa.

En conclusión, la mujer no tiene un corazón para Dios distinto al del hombre y no tiene más fe por el solo hecho de ser mujer.

Ahora nos preguntamos, ¿Por qué entonces asisten más mujeres a la iglesia que los hombres?

1. Si miramos los cuadros del renacentismo que retratan a Cristo, podemos ver claramente a un Jesús con rasgos femeninos. Piel clara, intacta, como de bebé. Cabello suave y hermoso. Su postura delicada al pararse se asemeja más al de una mujer. En definitiva nos muestran un Jesús delicado y femenino. En la iglesia el pastor nos predica de que debemos ser como Jesús. Pero con estas imágenes de Cristo enraizadas en nuestro subconsciente, no es de extrañar la reticencia que tienen los varones a parecerse a Jesús.

Cuando pensamos en Jesús nos imaginamos esto...


Pero en realidad, lo más probable es que haya sido así...

Así era el judío promedio de Palestina en los tiempos en que Jesús caminada como nosotros en la Tierra.

2. En la liturgia o los cultos cristianos evangélicos la adoración está acondicionada y enfatizada hacia las mujeres. Es porque cuando se canta los cristianos ponen cara de telenovela. Situación que es desagradable para muchos varones. Yo cuando veo a otros adorar pienso: "No quiero adorar porque tendré que poner esas caras y llorar". No digo que sea femenino llorar, pero pareciera que es más espiritual y en realidad no lo es. Y creo que está mal cuando a un hombre se le obliga a llorar cuando no quiere o no le nace para Dios. Hace poco tuve una conversación con una fiel hermana, quién tenía (y creo que aún lo tiene) el pensamiento de que los hombres son fríos para adorar a Dios (al no hacerlo como una mujer). No se trata de la cara de telenovela o de una expresión de sufrimiento al adorar, sino que se trata de una actitud del corazón. Actitud que puede manifestarse a los demás que miran (ociosos que no tienen más que hacer) o puede no manifestarse para nada. Entonces, por el hecho de que a los hombres no les gusta ser muy expresivos, ¿Somos menos espirituales?

3. Existe también un pensamiento subyacente en la conciencia evangélica: Los hombres siempre tienen la culpa. Si la esposa no es feliz, él tiene la culpa. Si los hijos no sirven al Señor, el líder de la casa asume la reprensión por ello. Tales pensamientos se fortalecen por los mismos predicadores/as, cuyos mensajes señalan que ellos deben darlo todo...y no recibir nada a cambio, ni las gracias por parte de su esposa, familia e hijos.

4. Otra situación, aunque en menor grado, pero influye de igual manera en este tema es que: Los hombres debemos declararle nuestro amor a otra figura masculina. Es decir, debemos expresar nuestro afecto, cariño y necesidad a un Ser Poderoso con atributos masculinos. Facilísimo para las mujeres. Incómodo para los hombres. ¡Hay canciones que nos dejan como mujeres frente a Dios! Por ejemplo: "Yo soy tu niña, la niña de tus ojos, porque me amaste a mí". No puedo sentir más rechazo a cantar eso. Entiendo perfectamente el espíritu de la letra, pero no puedo dejar de incomodarme.

Dios me hizo varón, con características masculinas. Él me las dio, soy su creación al igual que la mujer. Y estoy seguro que Él quiere que lo adore como el hombre que soy.

Finalmente, creo que deberíamos preguntarnos si hemos evitado la masculinidad porque el machismo le hizo, y aún sigue haciendo, mucho daño a la humanidad. Jesús fue masculino y eso queda en evidencia en los Evangelios. (En otra publicación espero ampliarme en este maravilloso tema).
Debemos propiciar un clima de respeto e inclusión a ambos sexos en nuestras iglesias. Para que todos aquellos nuevos creyentes varones y aún los que no quieren ir por estos motivos, puedan acercarse más al Señor y a su iglesia.

Por Dan Villa.




viernes, 28 de noviembre de 2014

Nubes

Hace poco tuve el privilegio de viajar al norte de Chile, al bello Coquimbo donde tengo amigos y personas que Dios usa para bendecirme muchísimo. Ya había viajado varias veces, pero esta ocasión era diferente porque viajaba en compañía de mi novia Maggi. Por lo general el viaje es de 6 horas, y cuando se viaja de día uno tiene la bella oportunidad de ver el paisaje, cosa que me gusta mucho.
Cuando veníamos de regreso, tras unas grandes montañas de pronto apareció un enorme conjunto de nubes. Su forma era de un gigante que se asomaba y que apoyaba sus manos entre las cumbres como saludándonos. Hasta creí verlo sonreír. En eso le mostré a mi novia lo que veía . Ella lo miró con detención y me dijo: "Más bien parece un perro poodle". No podía creer que no viera al gigante y que, en vez de eso, viera un poodle. Insistí en mostrarle cada parte del sonriente amigo, sin embargo, solo recibí un gesto de que estaba medio loco. 

Hoy muy pocas personas se toman el tiempo de mirar el cielo y ver lo grande de la creación de Dios. Muy pocos pueden decir que han pasado tiempo viendo las distintas figuras que forman las nubes. Es como si Dios nos hablara por medio de lo que creó. 


"Los cielos proclaman la gloria de Dios
    y el firmamento despliega la destreza de sus manos". 
Salmo 19:1 NTV.

Por otro lado, nuestra mente es tan ágil que tenemos la capacidad de crear figuras imaginarias. Ver cosas donde otros ven otras. Así también pasa cuando pensamos mal de otras personas. Cuando creemos que todos están en nuestra contra. Nuestra mente muchas veces imagina lo peor de los demás, y en muchos de los casos la persona no es así en la realidad. Conozco chicos/as que de solo mirar a otro/a lo detestaban. Y que hoy, increíblemente, son los mejores amigos. ¿Quién lo diría no? 

Son nubes que parecen tener una forma determinada. Una figura que yo formo arbitrariamente en mi interior, siendo guiado por mis prejuicios y emociones. Acaso ¿No debería darme el tiempo de conocer a esas personas antes de tacharlas y desecharlas? "No quiero" o "Me da flojera", es la respuesta que se esgrime comúnmente. 

"Miren más allá de la superficie, para poder juzgar correctamente". 
Juan 7:24 NTV


jueves, 27 de noviembre de 2014

Padre de huérfanos

Generalmente viajo en metro a realizar mis trámites, estudios, salidas, etc. Recuerdo como si fuera ahora mismo, cuando un día en que estaba repleto de gente y era una verdadera hazaña entrar al vagón. Se cerraron las puertas y el tren subterráneo comenzó su trayecto. Al pasar un par de estaciones vi a un hombre de unos 40 años que estaba apretujando y manoseando a una pequeña estudiante de unos 14 años o menos. A primera vista pensé que iban juntos, sin embargo, al ver el rostro de pavor y desesperación de la niña, me di cuenta que estaba viendo como abusaban de ella frente a mis ojos. Quedé helado. No sabía si gritarle que la soltara, golpearlo directamente o preguntarle qué hacía. No sé que sucedió en mi mente pero solo atiné a hacer como que me bajaba y me puse en medio del abusador y la niña. El abusador desvió la mirada y se bajó inmediatamente (creo que se dio cuenta del porqué me puse bruscamente entre él y la pequeña estudiante). La adolescente se movió rapidamente más adentro del vagón, como buscando algún sitio más seguro. Lamentablemente no pude preguntarle si estaba bien o no.  

Esto pasa todos los días. Y este es solo un caso de miles, o por no decir millones, en que personas que no se pueden defender son víctimas de abusadores sin piedad. Y pasa en todo ámbito. 


Muchas veces, por gracia del Señor, está alguien que puede hacer algo al respecto. Pero ¿Qué ocurre con los muchos otros casos en que no está aquella persona que puede ser de ayuda?

La verdad es que siempre está Alguien. El Mejor. El que es dueño de la venganza.

Padre de huérfanos y defensor de viudas
Es Dios en su santa morada.
Salmo 68:5 (RV60).

miércoles, 19 de noviembre de 2014

El Costo

A nuestro alrededor existen personas capaces de hacer todo por aquello que aman:
  1. Enamorados haciendo declaraciones públicas de su afecto de maneras extravagantes y hasta ridículas.
  2. Jovenes que se marchan del hogar con el fin de viajar por todo el mundo.
  3. Hinchas de equipos de fútbol que están dispuestos a matar por defender lo suyo.
Steve Irwin, el famoso cazador de cocodrilos, escogió morir haciendo lo que le apasionaba. Siempre estuvo cerca de animales peligrosos. A pesar de ello, no se sintió tentado a alejarse de su amor. Los animales. Aunque estos le arrebataran la vida inesperadamente, como así ocurrió. 

Para los cristianos el servir a Cristo debería ser su más grande anhelo y pasión. Que toda su vida gire alrededor de Dios. La dura realidad nos dice que muchos no permanecen fieles a Dios. Solo llenandose de excusas para no comprometerse más de lo necesario.

¿Qué hay de Jesús?
Era el dueño de todo, pero con humildad descendió de su trono dejando toda la riqueza y la gloria que tenía.
En Lucas 9:57-58 aparece lo siguiente: 
Mientras caminaban, alguien le dijo a Jesús:
—Te seguiré a cualquier lugar que vayas.
Jesús le respondió:—Los zorros tienen cuevas donde vivir y los pájaros tienen nidos, pero el Hijo del Hombre no tiene ni siquiera un lugar donde recostar la cabeza.

Jesús bajó de su calidad de Dios a la de humano, no vivió con comodidades sino que sufrió carencias como todos nosotros.

Conocidos son algunos programas de TV, donde pasan 24hrs viviendo lo que se siente ser indigente. Otros donde los adopta una familia con pocos recursos y pasan una semana juntos.

Jesús, en cambio, pasó 33 años junto a nosotros. No le importaba las cosas materiales, sino las espirituales. Nuestra alma y corazón le eran más preciosas que su posición misma. Eramos su pasión. Su amor.

¿Tenemos claro el costo de seguir a Jesús?
Dejar todo de lado por seguirlo. El Señor no ofrece más que su compañia. ¿Qué mejor?

No podemos ignorar Su Ejemplo.
No podemos ignorar Sus Palabras.

Seguir a Jesús no es cualquier cosa.