¿Soy como las olas del mar?

¿Soy como las olas del mar?

Todos los seres humanos tenemos una que otra meta que cumplir, por no decir ¡muchas!, la verdad es que estamos rodeados de ellas, cuando elegimos una carrera universitaria por ejemplo y el objetivo obviamente es terminarla y ser un profesional.

A lo largo de mi vida como cristiana, he notado la inconstancia de muchos, y expresadas de muchas maneras, desde el hermano o hermana que viene de repente o el “hermano de los domingos” jaja, hasta aquel que definitivamente desaparece de la congregación.

Claramente es un tema de nunca acabar, ya que los seres humanos somos cambiantes, el único que no cambia es nuestro Dios.

La palabra de Dios nos dice:

"El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos" (Santiago 1:8)

Definamos a una persona inconstante:

1. Una persona inconstante es una persona que no tiene un objetivo definido en su vida.
2. Es una persona que se siente insegura de si misma o con baja autoestima.
3. Es una persona que tiene a lo mejor una forma de vida un poco desordenada en cuanto a su familia o amistades.

¿De verdad no tenemos un objetivo definido en nuestra vida?

Se supone que tomamos la decisión de seguir a Cristo, este debería ser nuestro mayor objetivo, el mas importante y el mas preciado, y si no es así, debes exponerlo ante Dios, él te conoce y sabe tus por qué.

¿Somos inseguros de nosotros mismos?

¿Es en serio? ¡Si somos hijos del Rey de Reyes! Pero la verdad no todos nos creemos esto, y somos tan inseguros, que no logramos entablar un destino o dirección. Dios lo sabe todo, Dios te ama, él te dará seguridad, él nos defiende, él nos ánima, ¡en él todo lo podemos!

¿Tenemos nuestra vida algo desordenada?

La verdad, soy una persona muy desordenada, en cuando a el orden de mi pieza, finanzas, etc. Pero Dios me ha hablado fuertemente en esto, ya que, lo natural siempre se refleja en lo espiritual, si yo soy desordenada aquí en la tierra, definitivamente, algo de mi vida espiritual está desordenado, por eso es necesario ordenarnos aunque sea en lo mas mínimo de nuestra vida.

Dios quiere hijos firmes, hijos que cuando él llame digan: “Heme aquí Señor” , dispuestos a servir, vigilantes, atentos en todo tiempo a su hermosa voz, Dios quiere hijos comprometidos con el reino, que pueda cumplir libremente sus planes en cada uno de nosotros, debemos desear ser instrumentos en sus manos, y no podemos serlo si un día vamos, alabamos, escuchamos, pero al otro día de reunión faltamos ,por que decidimos hacer otras cosas, o solo vamos cuando nos toca una tarea.

Que nuestra fidelidad y constancia no sea por “cumplir” por que definitivamente es un pensamiento el cual está centrado en el hombre y no en Cristo.

¿Soy como las olas del mar?

No seamos como las olas del mar, que van y vienen y son inconstantes.

Deja que el Espíritu Santo obre en ti, que cuando estés en casa en el día de reunión, el Espíritu se mueva dentro de ti, y puedas saber que Dios te espera, seamos fieles, por que Dios es fiel con nosotros, ámenos a Dios, por que él definitivamente nos ama muchísimo.

Dios los bendiga J