¡Me la puedo!

Es sorprendente escuchar los testimonios de otras personas, de hecho, uno piensa siempre “ Pff pero eso comparado a lo mío, yo no he sufrido nada po” jajaja o puede ser lo contrario “Pff pero eso no es nada comparado a lo que he vivido yo” jajaja o por lo menos algo parecido.

A mi me ha pasado, personas que han escuchado mi testimonio y quedan como “what! Es muy fuerte!” jaja o algunos que incluso han vivido cosas peores, pero la verdad con todas las personas que he conversado sobre estos temas y que tienen su confianza plenamente en el Señor, lo ven como algo que ya pasó, lo ven como un proceso de aprendizaje, lo ven como algo que tenía que suceder para que hubiera madurez en ellos, y claramente así mismo es como lo veo yo.

Su palabra dice en 1 Corintios 10:13

Las tentaciones que enfrentan en su vida no son distintas de las que otros atraviesan. Y Dios es fiel; no permitirá que la tentación sea mayor de lo que puedan soportar. Cuando sean tentados, él les mostrará una salida, para que puedan resistir.

(en otra versión, la palabra “tentación” se reemplaza por la palabra “problemas”)

¡Pero que cierto! Todos nosotros pasamos por situaciones difíciles, no hay ninguno que no la haya pasado por lo menos un ratito mal jaja, pero como dice la palabra, Dios es fiel, y no permitirá que la tentación o el problema sea mayor de lo que podamos soportar.

Si tu en este momento sientes que tu problema o tu tentación es difícil, es fuerte, es pesado, créeme que el Señor te hizo tan fuerte como para que lo pudieras resistir. Y por el contrario, si tu en este momento sientes que estás en paz, disfruta este tiempo, uno siempre tiene que estar preparado para todo, pero preparado en el Señor, leyendo su palabra, buscando de él y de su presencia, que si el problema viene, que nos pille en nuestra roca firme, y que no volando bajo o vendiéndola como diría yo jaja, el Señor es bueno, es precioso y maravilloso, pero el problema es necesario, es necesario para hacernos fuertes, es necesario para aprender, es necesario para madurar y es necesario también por que no, para enseñar, y prevenir a otros.

Mi consejo: Siempre siempre todas las cosas nos ayudan a bien, que cuando cuentes tu testimonio en vez de afectarte, debe fortalecerte y cuando veas que eso es así, que como que casi te de lo mismo y puedas decir “ah pero eso ya pasó” es en ese momento en el que te das cuenta que no era algo que no pudieses soportar, es ahí, cuando te das cuenta que Dios verdaderamente no miente, que su palabra es real y que él permanece fiel siempre.

Dios nos hizo con coraje, y coraje es mirar a los ojos a la adversidad, seamos unos guerreros de Dios.

ÁNIMO!