Generalmente hablamos de las cosas que nos gustan de
Jesús, lo que hizo, pero el hijo de Dios no solo vivió de milagros ni de
gloria, él pasó por humillaciones, desilusiones y creo por mi parte que debió
haber estado atemorizado más de una vez, no obstante, reiteradas veces decimos
que él se dio por nosotros, pero cuál es el peso que le tomas realmente a eso,
pensaste en cómo se sintió. En Isaías 53 :10 (ntv) dice que formaba parte de un
plan del Señor en cual él pasaría por dolor y no solo eso ,sino que será
aplastado. Cuando leí lo profetizado me generó una angustia e incluso dolor.
Ahora te invito a pensar como hubiese sido si él o la escogida
de estar en esa situación hubieses sido tú… Bueno pero Dios no da carga que no
podamos soportar y por alguna razón en especial el que tuvo que sobre llevar el
dolor y las humillaciones para un perdón colectivo fue Jesús. Es por esta razón
cuando digo que “tengo temor” o “tengo miedo” me pregunto cuánto temor debió
haber tenido Jesús en esa cruz , cuánta ansiedad poseía, puesto a que él sabía
lo que venía .Luego en mi meditación recuerdo que tenía al Padre , donde él
podía descansar, donde él podía arrebatar las promesas de Dios . Asimismo más adelante en la
profecía de Isaías no solo hablaba de los horrores de una crucifixión, sino que
habló de honores y resurrección( Isaías 53:12) . Análogamente nosotros podemos hacer
exactamente lo mismo, es decir, que podemos hacer la voluntad del padre y
rendirnos a él cada vez que nuestras emociones nos atormenten, pero
necesitamos la oración. Una vez más la encontramos y aunque parece
material repetitivo, es porque en ella está la clave, es por eso que los
líderes nos motivan a orar, es por eso que la palabra y Jesús llaman a orar ,
es porque ahí está la respuesta , no está en un amuleto , no está en el mundo.
Incluso antes de la crucifixión Cristo llamaba a orar a los apóstoles (Mateo
26:.36 a 46) y ellos desistieron, pero Jesús fue por ellos tres veces y ellos
no sabían lo afortunados que eran en ese momento, que el propio salvador los
estuviese llamando y a pesar que ellos no fueron Cristo oró sin descansar. De la misma forma puede ser que ocurra con alguno de nosotros y no nos demos cuenta del
contexto en cual nos envuelve el padre, a lo mejor quiere que encontremos paz a
través de su comunicación, quiere que nos podamos sentir seguros como su hijo
lo estuvo, quiere sintamos su gozo en el medio del temor, quiere que dejemos
fluir a su consolador.
Podemos evitar sentir como el mundo, dejando nuestras
preocupaciones o aflicciones y sentir como Jesús, cuando nos refugiemos en el
padre y encontremos su seguridad. (Tesalonicenses 5:17)