La clave es: si fallo, me arrepiento, pido perdón y vuelvo a empezar.
Tantas veces nos
desanimamos, pueden ser tantas cosas, pero por sobre todas es el pecado.
Claramente el pecado nos hace retroceder, nos hace sentirnos débiles, nos hace
sentir que no somos nada, y obviamente el enemigo se encarga de hacer un buen
trabajo en el momento en que pecamos, haciéndonos sentir aún peor. Seguramente
haz escuchado esa voz en tu mente que dice “Si ya pequé en esto, que más da
hacerlo otra vez” o “Hoy pequé y no quiero orar por que me da vergüenza lo que
hice”, ¡pero que malas decisiones tomamos a veces! Lo peor que podemos hacer
después de cometer algún pecado es primeramente considerar esa voz, y lo
segundo es no orar por vergüenza, amado, el Señor ya lo sabe, el estuvo ahí
cuando pecaste, pero claro, en ese momento nos sentimos tan mal, que no
pensamos muy cuerdamente jaja. La palabra nos dice lo siguiente: “Si mi pueblo, que lleva mi nombre, se humilla y ora, y me busca y
abandona su mala conducta, yo lo escucharé desde el cielo, perdonaré su pecado
y restauraré su tierra.”
2 Crónicas
7:14 ¡Pero que hermoso! ¡Dios dice que nos escucha,
pero además que nos perdona y nos restaura!
El punto es, que
cuando pecamos, muchas veces dejamos de trabajar para Dios, nuestra vida se
empieza a opacar, dejamos de orar, dejamos hasta de cantar para él, pero no es
solo por el hecho de pecar (por que constantemente lo hacemos) si no porque no
nos arrepentimos, la clave es que inmediatamente cuando pequemos, nos
arrepintamos, Dios nos escucha, debemos arrepentirnos constantemente. Jesús
pagó un precio muy alto en la cruz por nosotros, por nuestros pecados,
cometidos y por cometer, Jesús dio la vida por nosotros, ¿para que? No creo que
haya sido en vano, en lo absoluto, sigamos este conducto en nuestra vida, e inevitablemente
nuestra vida comenzará a cambiar. Pequé, me arrepiento, pido perdón y vuelvo a empezar. Dios
es un Dios de oportunidades, un Dios de amor, un Dios de perdón, pero también
es un Dios temible, debemos tener el suficiente temor de él, como para ir y conversar con nuestro Padre, arrepentirnos de corazón, pedir su ayuda, y seguir.
¡¡Ánimo!!
Algunos otros
versículos que hablan acerca del perdón de Dios son:
1 Juan 1:9
Hechos 3:19
2 Crónicas 30:9b
Lucas 15:10
¡Y existen muchos
más búscalos, leer la Biblia es escuchar la voz de Dios!
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